Cuando se utiliza una cosmética que no está adaptada a las necesidades reales del cutis o se usa de forma poco ortodoxa, la piel puede reaccionar a través de diferentes mecanismos de defensa. Uno de los problemas que puede acarrear es la denominada piel asfíctica, también conocida como piel asfixiada o saturada, que es aquella que no expulsa de forma adecuada el exceso de sebo. Suele estar relacionada con el mal uso cosmético, principalmente por el abuso de productos que no corresponden con las necesidades de la piel y la acaban alterando, aunque también se asocia a hábitos de higiene, como no desmaquillarse antes de acostarse. Estas acciones, realizadas de forma repetitiva en el tiempo, pueden desencadenar la piel asfíctica.
Generalmente se da más en pieles grasas y mixtas, aunque es posible que aparezca en otros tipos. Se caracteriza por tener una textura irregular, áspera y más gruesa, poros dilatados, comedones y brillo graso en las zonas seborreicas, pero aspecto mate en las mejillas y, en general, una apariencia poco saludable. Lo peor es que con los malos hábitos, bien sean por el uso inadecuado de cosméticos o por la falta de higiene, se alteran tres funciones fundamentales del tejido: la celular, la de barrera y la sebácea. De esta forma se rompe el equilibrio y la estructura tisular se torna frágil, con sensibilidades, deshidratación y muchas posibilidades de desencadenar un problema cutáneo.
Una de las soluciones pasa por cambiar la rutina facial con productos menos agresivos (limpiadores y exfoliantes más suaves, mascarillas menos astringentes…) y apostar por el minimalismo cosmético. Esto implicaría establecer una rutina de cuidado facial más sencilla y adecuada al estado de la piel. Los expertos la resumen en cuatro pasos: limpieza para oxigenar, suave por la mañana y doble por la noche para eliminar todas las impurezas acumuladas a lo largo del día; hidratación con antioxidantes, fotoprotección, además de reparación. Este último paso se haría fundamentalmente por la noche, cuando se da la renovación celular. Con los productos de Didoe puedes realizar todas estas pautas, pues disponemos de cosméticos para limpieza suave y todas nuestras cremas tienen principios activos hidratantes, antioxidantes y de reparación. Para que tengas el tipo de piel que tengas puedan ayudarte a mantenerla en su equilibrio natural.
Pero lo más importante cuando surjan problemas en tu piel es que acudas a un profesional de la dermatología para que te oriente sobre las necesidades que tiene tu cutis y así poder elegir los cosméticos que se adaptan a tu tipo de piel y establecer tu propia rutina de cuidado.