La gran cantidad de productos cosméticos para el cuidado de la piel existente en el mercado puede llegar a abrumar a la hora de elegir cuál es el ideal para una rutina facial adecuada a las necesidades reales de cada persona. Contar con un cajón repleto de cosméticos no asegura un cuidado excepcional; es más, puede saturar la piel porque los productos se utilizan mal o no son adecuados para un tipo de piel concreto. La solución está en rutinas cosméticas minimalistas, con menos productos, pero con un mismo fin. Así, te ofrecemos tres sencillos pasos para simplificar los cuidados diarios y que sean efectivos a través de la cosmética natural y ecológica.
Limpieza facial, un imprescindible
Es el primer paso hacia una piel sana. La limpieza facial es obligatoria, tanto por la mañana como por la noche, incluso si la piel no ha sido maquillada. Con este gesto se retiran las células muertas y las partículas acumuladas sobre el rostro a lo largo del día. Es una manera de evitar brotes, deshidratación y envejecimiento prematuro de la piel. Además, contribuye a dejar preparada la piel para recibir mejor los tratamientos. Los limpiadores suaves son menos agresivos con la piel, la dejan libre de impurezas y perfecta para seguir con los cuidados.
Tratamiento: hidratación y antioxidantes
Un sérum o una crema con potentes agentes hidratantes, protectores y regenerantes es una combinación perfecta para continuar con la rutina de belleza. Aunque ambos cosméticos pueden utilizarse de forma conjunta, primero el suero -con principios activos concentrados- y después de crema para sellar, en esta rutina se trata de simplificar. Los cosméticos con ácido hialurónico aportan una carga extra de hidratación. En cuanto a los antioxidantes, escudo contra los radicales libres y el estrés oxidativo, en la cosmética natural y ecológica hay muchas opciones: licopeno, resveratrol, aceite de baobab, centella asiática, aceite de pepita de uva, aceite de aguacate, té verde, vitamina C, vitamina E, jengibre, guisante verde, CBD, aceite de macadamia, aceite de oliva, arroz, lavanda, higo…
Fotoprotección durante todo el año
En una rutina de belleza minimalista el uso de protección solar sería el último paso. Y no es algo que deba hacerse sólo en verano, sino que es indispensable hacerlo durante todo el año porque la radiación solar atraviesa incluso las nubes más invernales. Utilizar fotoprotección, además, es un gesto preventivo, pues minimiza el envejecimiento prematuro de la piel: menos arrugas, manchas y flacidez. En cosmética natural y ecológica se utilizan filtros físicos o minerales, respetuosos con la piel y el medio ambiente, que actúan de forma inmediata y son más estables.
Sencillez y efectividad
Con estos tres sencillos pasos cada día puedes tener una piel sana y cuidada. Lo importante es utilizar cosméticos seguros y efectivos que aporten a los tejidos toda la hidratación, nutrición y protección que necesitan. En Didœ disponemos de una amplia gama de productos para el cuidado facial que, a buen seguro, encajarán con tus necesidades. Te invitamos a visitar nuestra tienda online.